Una bodega familiar
Una familia enamorada del vino
En nuestra bodega familiar, sentimos una gran pasión por lo que hacemos. Amamos nuestros viñedos y los secretos que esconden sus tierras, y disfrutamos mucho creando nuestros vinos. Nos gusta experimentar y aprender en cada paso del proceso, buscando la mejora continua. Somos una familia que ama el vino y ponemos todo nuestro corazón en cada botella. Queremos compartir con todos el fruto de nuestro trabajo y la alegría que nos da ver cómo nuestros vinos son disfrutados. Así es como vivimos y celebramos nuestro amor por el vino.
Bodegas Federico, fundada en 1986
Federico Fernández fue el fundador de la bodega. Inició este romance con el vino en 1986, en Pesquera de Duero, junto con su esposa Celia Rodríguez. Desde entonces, el objetivo de Bodegas Federico ha sido la vendimia de excelentes uvas, practicando una viticultura de calidad para obtener vinos uniformes elaborados 100% con tempranillo y en roble americano.
En Pesquera de Duero, un pueblo de larga tradición vitivinícola, progresó la bodega y nacimos los hijos de Federico y Celia, al mismo tiempo que se formaban sus plantaciones de viñas en espaldera, y se iba llenando la nave de la bodega con barricas de crianza.
Con mucho esfuerzo y dedicación de Celia y Federico, se fue consolidando la bodega familiar, fruto de la combinación de una excelente naturaleza y las técnicas bodegueras que siempre hemos aplicado en la familia.
La bodega, situada en pleno corazón de la Ribera del Duero, cuenta con unas amplias y modernas instalaciones en base a un diseño y tecnología enológica avanzada que garantizan el proceso de elaboración más idóneo para la obtención de vinos de gran calidad.
Actualmente, este ilusionante proyecto familiar continúa con sus hijos, gracias a la generosidad de Celia Rodríguez y Federico Fernández, fundadores de la bodega.
¡Gracias por inculcarnos el amor por la viticultura…
y recordarnos cuáles son nuestras raíces!